La decantación del vino se realiza por dos motivos;
1. Elimina el sedimento para que no llegue a la copa, que es más evidente con los vinos añejos. También sedimenta particulas de corcho que han podido aparecer en el líquido.
2. Ayuda a que el vino se airee y se "abra" antes de consumirlo, permitiendo que su sabores se destaquen y se puedan disfrutar más sus aromas.
Los vinos tintos que tienen mínimo 24 meses de maduración son los que más merecen una decantación, sus beneficios son muy evidentes. El aroma y sabor pueden destacarse notablemente con solo 15 minutos en una jarra.
Otros vinos como los más jóvenes no requieren decantación. Es posible que su sabor y aroma no parezca muy diferente después de la decantación, pero cualquier cantidad de decantación generalmente ayuda.