Las piezas fabricadas en cobre aportan calidez y elegancia a cualquier rincón de la casa. Con el tiempo, es probable que pierdan su brillo, aún estando en un ambiente fresco y seco, alejado de la luz directa del sol. Con ciertos cuidados al limpiar, podrás tener tus pailas y utensilios de cobre en la cocina, en óptimas condiciones.
Si estos utensilios entran en contacto directo con los alimentos deben limpiarse después de cada uso, con jabón suave. Una vez limpios, puedes utilizar dos métodos para retomar su brillo;
1. Solución de jugo de limón y sal; corta por la mitad 1 limón, y despúes de sacar el jugo y retirar las semillas, unta la mitad del limón con una cantidad generosa de sal. Frota suavemente el limón salado sobre la pieza de cobre. Repite con la otra mitad del limón. Enjuaga la pieza para eliminar el jugo de limón y residuos de sal. Secar con un paño suave.
2. Solución de vinagre y sal; mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua con 1 cucharada de sal. Sumerjir muy bien un paño suave en la mezcla y escurrir. Frotar suavemente la pieza de cobre con movimientos circulares. Enjuagar y secar con un paño.